Una vivienda para veranear en Alicante, un sueño que hemos podido cumplir

Si tenemos la posibilidad de tener una vida en la que haya lujos… ¿por qué vamos a rechazar la oportunidad de vivirla? Si contamos con el dinero suficiente y nos lo hemos ganado de una manera limpia y sin hacerle daño a nadie, ¿por qué no vamos a poder invertirlo en aquello que queramos? La verdad es que debemos hacer todo cuanto esté en nuestra mano para conseguirlo, sobre todo si contamos con familia que depende de una manera directa de nosotros. Ganar dinero no es fácil y si nosotros lo poseemos tenemos el derecho de poder emplearlo en aquello que estimemos conveniente. No hay más misterio.

Una de las cosas en las que se suele invertir ese dinero que tenemos ahorrado es en una vivienda. Estamos hablando de una de las mejores inversiones que podemos hacer y que, desde luego, más va a mejorar nuestra calidad de vida. Sobre todo si apostamos por una vivienda que tenga todo tipo de lujos y que se encuentre en un lugar privilegiado. No hay la menor duda de que debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para realizar una inversión que sea estupenda y que vaya a proporcionar esa mejora en el bienestar tanto propio como en el de toda la familia.

España es uno de los países en los que más se apuesta por el lujo, especialmente si analizamos el tema desde el punto de vista de la vivienda. Una noticia publicada en la página web del diario La Razón hacía una radiografía de las viviendas de lujo en España. Podemos ver que hay varios focos: la costa mediterránea es el principal (a lo largo de todo su territorio), pero también es destacable el foco que hay en la costa atlántica (especialmente en Canarias y Cádiz) y, en última instancia, en Madrid.

En otra información, en este caso publicada en el diario El Español, se destacaba que hay una zona especial, la provincia de Alicante. Es una de las zonas de nuestro país en las que más crece la población. La que más, de hecho. Y eso no es fruto de la casualidad ni mucho menos, os lo podemos asegurar. Tanto es así que es una de las zonas en las que el lujo está más presente y en la que más posibilidades hay de conseguir disponer de una vivienda con todas las comodidades. Por tanto, es lógico que haya un montón de gente que, buscando una vida mejor, se traslade hasta esta zona del mundo, con independencia de que sean españoles o no.

Mi familia nunca ha tenido demasiados problemas en lo que a economía se refiere. Siempre hemos tenido los pies en el suelo, disponemos de un negocio que funciona, en el que trabajamos todos los miembros de la familia y que reporta muchos beneficios. Pero no hemos querido ir de sobrados nunca ni presumir en exceso. Tampoco hemos sido derrochadores ni mucho menos. Pero sí que es cierto que, desde hace algunos años, decidimos disfrutar de las vacaciones que teníamos y empezamos a ver en Alicante una opción perfecta para disfrutar al máximo de esos días. A fin de cuentas, y aunque la economía no es un problema para nosotros, somos gente que trabaja mucho y sin descanso, así que también necesitamos nuestra desconexión.

Lo que pretendíamos era que Alicante fuera nuestro destino de vacaciones cada año. Habíamos ido varias veces y la verdad es que tanto la ciudad como el resto de la provincia nos había parecido encantador, el lugar ideal para descansar y olvidarse de la rutina habitual. Por tanto, teníamos absolutamente claro que íbamos a apostar por comprar una propiedad en este lugar para acudir ya no solo durante las vacaciones de verano, sino también durante cualquier puente o fin de semana. Era una manera perfecta para hacer planes en familia y disfrutar del tiempo que nos habíamos ganado.

Nos pusimos a buscar viviendas en alguna de las zonas más exclusivas de Alicante y sus alrededores. Lo hicimos sin prisa, teniendo claro que era mejor esperar un poco más y obtener una propiedad como la que queríamos que cerrarlo todo deprisa y corriendo y sin la seguridad que proporciona el analizar las cosas con tranquilidad. Hicimos un análisis de las inmobiliarias que nos podían proponer algo como lo que estábamos buscando y fue entonces cuando conocimos Mar y Golf Homes, que contaban con ubicaciones con vistas al mar, el Cabo de las Huertas o la Playa de San Juan, entre otras muchas. Nosotros nos decantamos por el Cabo de San Juan y, como os voy a comentar a continuación, no nos arrepentimos en absoluto.

Creo que nos fue genial. Nos dieron varias ubicaciones que consideramos que eran interesantes y realizamos visitas a todas ellas. Como es lógico, les pedimos asesoramiento en todo lo que tenía que ver con el uso de cada espacio y también con lo que tenía que ver con la financiación de la vivienda, que es uno de los aspectos que siempre hay que tener en consideración. La verdad es que nos ofrecieron bastantes opciones a este respecto y que no nos resultó nada difícil ver cómo íbamos a gestionar el pago de la vivienda tanto en lo relativo a la entrada como más tarde al de la hipoteca.

Unas vacaciones que nunca decepcionan 

No os mentiré si digo que, desde que tenemos la vivienda, disfrutamos mucho más de las vacaciones. Y lo hacemos porque ya no tenemos que estar pendientes de la disponibilidad de los hoteles ni nada por el estilo. Sabemos que tenemos un espacio al que siempre podremos ir y que siempre va a estar a nuestra disposición para que estemos tanto tiempo como queramos. Eso hace las cosas mucho más fáciles y no cabe la menor duda de que es mucho más sencillo enfrentarnos a la organización de unas vacaciones.

Además, nuestra nueva casa, unida al lugar en el que se encuentra, hace que las vacaciones se hayan convertido en algo idóneo para toda la familia, desde las personas que ya son más mayores hasta a los más peques. Eso es algo que nos comentaron desde la inmobiliaria y esa fue una de las cosas por las cuales nos decantamos por esta vivienda. Es un motivo más para no habernos arrepentido en absoluto de la decisión que tomamos y que nos va a seguir llenando de orgullo y de un sentimiento de bienestar muy profundo. ¿Creéis que puede haber algo que tenga más valor que esto a lo largo de una vida?

Además, ya tenemos claro dónde vamos a querer vivir cuando nos hayamos jubilado. Y es que hemos encontrado un lugar en el mundo en el que sabemos que vamos a ser felices y en el que vamos a aprovechar al máximo cada día, cada hora y cada minuto. Eso, cuando tengamos una edad mucho más avanzada de la que ya tenemos, va a ser a lo que le vamos a dar más importancia y precisamente por este motivo queríamos dejar atado un tema como del que estamos hablando. Estoy seguro de que, con esta compra, hemos asegurado buena parte de nuestro futuro.

Como os decía al principio, no hay nada de malo en el hecho de que hayamos comprado una vivienda con bastantes lujos en un lugar tan privilegiado. No hay nada de malo siempre que no hayamos amasado una fortuna de manera ilegal o a través del sufrimiento ajeno, cosa que, por supuesto, no ha tenido nada que ver con nuestra manera de ser ni de operar. Y así vamos a seguir. No hay nada que proporcione un placer más grande que tener éxito haciendo las cosas bien y respetando a las personas que tiene alrededor, ya tengan más o menos dinero o desempeñen un cargo más o menos algo en una determinada organización.

Es verdad que no siempre sucede que las personas que realizan todo de una manera legal y digna triunfan en la vida. A veces, y por desgracia, esto no es así y es lo que nos suele indignar. Pero eso no nos tiene que hacer malas personas ni personas que no tengan en cuenta un valor como lo es el de la empatía. Es importante comprender esto para construir una sociedad que sea mucho mejor y en la que pongamos en el centro a las personas, algo que parece que se ha perdido últimamente.

Establecer un plan de vida en el que el centro sea el bienestar personal es algo que todo el mundo puede hacer. Es cierto que cada persona tendrá que adaptarlo a sus posibilidades y a sus necesidades y que eso hará que ese plan varíe en función de ese tipo de cosas, pero siempre tendremos opciones para conseguir una vida que realmente nos haga felices. Desde luego, hay que pelear para conseguirlo y no rendirse aunque estemos viviendo una mala racha. Hay que persistir en el cumplimiento de nuestros objetivos. No nos vamos a arrepentir nunca de hacerlo.

 

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