El emprendimiento es una tarea que desde fuera se ve muy bonita y sinceramente lo es, pero también tiene uno sus riesgos. En dos ocasiones he montado negocios y tuve que cerrarlos a los pocos meses. Lo bueno del tema es que aprendí varias lecciones, como dar importancia al lugar donde pones el negocio y que realmente seas competitivo en lo que te propones.
Estuve medio año recapacitando, hasta que me dije ¿qué es lo que realmente me gustaría tener? Un pub rockero, buena música, conciertos e incluso un espacio donde disfrutar buena comida americana.
La idea era cojonuda y además así dábamos respuesta a la población rockera del País Vasco, aquí el rock siempre ha gustado mucho, por lo que estábamos seguros que si lo hacíamos bien podíamos armarla gorda.
En el transcurso del proyecto tuvimos que cambiar algunas cosas, metimos algo de comida vasca, que siempre gusta, y nos equipamos con mejores medios para los conciertos. Se buscaba algo íntimo, pero que también tuviera potencia.
Elegir un buen local es fundamental
En cuanto a las instalaciones, alquilamos un local bastante majo en la zona centro y le dimos la vuelta para que se convirtiera en el mejor pub de la ciudad. En cuanto al equipamiento, optamos por lo mejor, nada de ir a comprar al chino vasos. Buscamos una marca de cristalería que fuera buena y gionapremiumglass.com nos ofreció justo lo que buscábamos. Copas y vasos buenos que eso siempre gusta a la gente. Además de por el público lo hacíamos por nosotros, da una buena imagen y a la larga compensa. Ya sabemos que los vasos antes o después caen algunas unidades, pero siempre compensa. La gente quiere tomarse sus gin tonic, cócteles, whiskys o vodkas en vasos elegantes y que se distingan. Nosotros ofrecemos eso y una experiencia rockera de verdad.
Como a todo negocio le suele costar algo al empezar, decidí arriesgarme y montar una buena a nivel digital por la zona, una buena web y poner pasta en Facebook Ads nos permitió que el día del estreno del bar estuviera todo a reventar. Un combo de grupos vascos dio el primer concierto y fue todo un éxito.
Cuando acabó todo, la verdad es que parecía que me había pasado un camión por encima, gracias a que todos los días no son tan exigentes, de ser así no duraría más que un año. Ahora que ya estamos estabilizados, solemos programar conciertos los jueves, viernes y sábado.
Nuestros grupos suelen estar bien marcados. Una banda extranjera los jueves, una local los viernes y otra del resto de España los sábados. Así todos contentos y tenemos más variedad en el local. Cada poco también solemos hacer pequeñas exposiciones de objetos de rock, fotografías etcétera.
El objetivo es hacer una especie de Hard Rock Café, pero con menos influencia del tema restaurante. Es una buena manera de rendir culto al rock. Esta vez sí que puedo decir que he acertado a la hora de montar mi negocio, así que ya sabéis, solo hay que pararse a pensar un poco y si de verdad le pones ilusión, unido a una buena estrategia, las cuentas salen.