Soy feliz asesorando a pequeños negocios sobre distintas estrategias de marketing

Que te guste el trabajo que realizas es algo que solo tiene ventajas. Gracias a eso, te levantas más motivado por las mañanas, sientes que no has perdido el tiempo durante el día en tu oficina y llegas a casa feliz por la tarde. Dicen que tienes que buscar un trabajo que te guste para que no tengas que trabajar ni un solo día en tu vida y la verdad es que ese es un tesoro más grande que la propia lotería. Ese debería ser uno de los grandes objetivos que cumpliéramos a lo largo de la vida. Ojalá todos y todas pudiéramos convertirlo en realidad, aunque sé que suena prácticamente imposible.

Puedo decir que, en ese sentido, soy una de las personas más afortunadas que se encuentran sobre la faz de la Tierra. Y es que me encanta lo que hago. Soy técnico de marketing en una empresa consultora y que se dedica al alquiler de espacios de mobiliario urbano y la gestión de distintos ámbitos ligados al marketing digital, como redes sociales o estrategias de posicionamiento en buscadores. Todo esto siempre me ha apasionado y tengo que decir que cada día es para mí un motivo de alegría acudir a mi oficina o trabajar desde casa porque disfruto de lo que hago.

Lo del marketing es algo que siempre ha venido conmigo. Cuando era pequeño, me quedaba observando los anuncios de la televisión, prestaba atención a las cuñas de radio y miraba los faldones de publicidad de los periódicos. En todos esos soportes, lo que más me interesaba era la publicidad y no las noticias que se contenían en ellos, algo que siempre llamó la atención de mis padres y mis conocidos. Con el paso de los años, claro, han entendido perfectamente el porqué de esa cuestión.

En cuanto acabé la educación obligatoria, empecé a sondear las opciones de hacer alguna especie de curso en marketing porque yo ya sabía que era lo mío. Quería algo que supiera que me iba a abrir las puertas del negocio y que me preparara de verdad en lo que tiene que ver con una actividad laboral como de la que estoy hablando. Un buen día, mi padre me llevó a casa un folleto publicitario de Formatic Barcelona, donde ofrecían un grado superior en esta materia y que ofrecía justo lo que yo quería: una enorme cantidad de horas de práctica (más de 400). No tuve que pensarlo demasiado.

Siempre he pensado que la práctica es tan necesaria como la teoría… o incluso más. Es así como realmente se aprende a trabajar y eso es lo que nos hace falta cuando estamos aprendiendo a hacer cualquier actividad. Por tanto, tenía la necesidad de que aquello que cursara le otorgara una importancia grande a la práctica y eso es precisamente lo que había encontrado. La verdad es que me sentía realmente afortunado, aunque prefería esperar a que se iniciara el curso para empezar a valorar todo esto.

El curso, en efecto, comenzó y empecé a comprender que había acertado de lleno con mi decisión. La práctica se mezclaba con la teoría de una manera eficaz, de tal modo que todos los alumnos y alumnas aprendíamos rápido e interiorizábamos muy rápidamente los conceptos que se estaban explicando. Esto rápidamente hizo que tuviéramos una base sólida que nos permitía crecer cada día y que seguramente nos colocaba por delante de muchos otros alumnos que estuvieran aprendiendo marketing en otro lado. Y eso me tranquilizaba una barbaridad, para qué os voy a engañar. En un mundo tan competitivo como en el que estamos y en un mercado tan atomizado como lo es el del marketing, esto me serviría para hacerme un hueco en el negocio.

Me resultó muy interesante y satisfactorio el curso por muchos motivos, pero recuerdo especialmente una cuestión como la que tenía que ver con el marketing digital. Buena parte de las estrategias de comunicación que nos enseñaron tenían que ver con las nuevas tecnologías, con el mundo web y el digital. Y eso, a día de hoy, es elemental. Si no dominas estos espacios, no eres nadie dentro del mundo del marketing, así que me pareció idóneo que me enseñaran estos conocimientos.

Yo, que siempre he sido bastante dado a consultar datos sobre el sector del que estoy hablando, he visto cómo ha ido creciendo el número de profesionales de los que ha dispuesto el mercado del marketing a lo largo de los últimos años. Y la evolución de ese asunto ha quedado clara en este gráfico que comparto con todos vosotros y que forma parte de la página web Statista. Veréis que del año 2011 a 2012 se produjo una caída muy grande pero que el sector se ha recuperado durante toda la década y que ahora emplea a más de 127.000 personas.

Una labor idónea para asesorar a pequeñas o medianas empresas 

Encontré trabajo de manera bastante rápida en la consultora en la que todavía a día de hoy me sigo desempeñando. La verdad es que estoy a gusto y que he encontrado ese trabajo que os decía antes que me permite llegar feliz a casa y no tomarme la previa a una jornada laboral como una carga demasiado pesada. Y me satisface poder ayudar a empresas pequeñas o medianas en aspectos como lo son el marketing tradicional y el digital, aspectos que no pueden desarrollar por sí mismas porque no tienen departamento propio que pueda llevar a cabo ese trabajo.

La inversión en conceptos como el marketing ha crecido de manera sustancial en los últimos años tanto en España como en otros países del mundo. En lo que respecta a los datos de nuestro país, hay que decir que en 2023 creció la inversión en este concepto hasta los 31.900 millones de euros, superando en 1.500 millones de euros la cifra del año anterior. Ni que decir tiene que esto viene a decir que todas las empresas son más conscientes de la importancia que tiene un elemento como el marketing a día de hoy y que ninguna de ellas, con independencia de su tamaño o de si tiene departamento de marketing propio o no, han decidido invertir en esto.

La verdad es que estoy bastante convencido de que la actividad que desempeño seguirá teniendo una gran importancia de cara a los próximos años en España. Y es que estamos hablando de una actividad que viene a potenciar cualquier clase de negocio, con independencia de a qué sector se refiere o de su tamaño. No se puede competir con garantías si no se apuesta por diferentes opciones que tengan que ver con el marketing y la publicidad.

Además, esta es una actividad bastante agradecida sobre todo cuando se trabaja con pequeñas y medianas empresas que realmente necesitan tus consejos y tu ayuda para salir adelante. Cuando las diferentes campañas que les has propuesto y que han aceptado han tenido éxito, te sientes bastante realizado y la verdad es que esta es la mejor de las maneras de sentirse realizado. Además, les permites descubrir un mundo con los avances en materia de campañas a nivel digital y compruebas cómo se ilusionan con todo lo que tienes para ofrecerles.

Por experiencia os diré que lo que permite que los responsables de estos negocios confíen más en esto tiene que ver con la exactitud de las mediciones que permiten conocer cuál es el Roi, el retorno de inversión. El marketing digital permite saber cuál es el resultado de cada acción, de cada anuncio, de cada campaña. Antes, en lo que tiene que ver con el marketing tradicional, todo eran estimaciones, pero podían ser fiables o no. Ahora, los datos están más que comprobados y no cabe la menor duda de que la fiabilidad de los resultados se ha acrecentado.

Estoy convencido de que una de las cosas que a las pequeñas y medianas empresas les ha permitido salir adelante después de una crisis como la que se originó con el coronavirus ha sido esa apuesta creciente por el marketing. En caso de que esa apuesta no hubiera existido, seguro que muchos de ellos no hubieran sobrevivido y los que han ido surgiendo nuevos no habrían tenido una esperanza de vida como la que tiene ahora. Si no se invierte en marketing, es evidente que la empresa tiene un problema y que debe resolverlo a la mayor brevedad posible.

A través de mi formación y todo el aprendizaje que he ido adquiriendo con el paso de los años, he conseguido poner mi granito de arena para que empresas de todo tipo encuentren sentido a sus estrategias de marketing y hallen la vía a través de la cual puedan subsistir en un mercado que está atomizado y que cada vez supone un reto mayor, especialmente para las empresas que son de tamaño pequeño o mediano. Espero poder seguir sirviendo para esto y ganándome la confianza de empresas que realmente necesitan mis servicios. Es lo que me hace feliz.

 

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