Para convertir a un negocio en algo rentable son muchos factores los que intervienen. El capital humano es uno de ellos. Contar con los mejores profesionales en el sector es un elemento fundamental para conocer el mercado de primera mano e introducir en él nuestros productos o servicios. En segundo lugar, hace falta dinero. Pero, al contrario de lo que muchos suponen, no es necesaria una suculenta inversión económica para dotar a nuestro negocio de virtudes y diferencias con respecto a la competencia. Finalmente, un factor como el de la localización puede llegar a ser definitivo.
Es éste el verdadero protagonista de este artículo. Contar con unas instalaciones que satisfagan nuestras necesidades y estén situadas en un lugar estratégico de nuestra ciudad es una de las primeras cuestiones que se deben tener en cuenta a la hora de emprender un negocio. Conseguirlas, y hacerlo sin tener que hipotecarnos, no es tan difícil como puede parecer.
Hace dos años decidí abrir una pequeña agencia publicitaria en la ciudad de Barcelona. Mi socio, Armando, y yo tenemos cierta experiencia en este sector y pensamos que un negocio así podría ser rentable en plena sociedad de la imagen y del consumo. Decidimos enfocar nuestro trabajo hacia las pequeñas y medianas empresas de la ciudad y de la comarca, ya que son entidades de este tipo las que encuentran más dificultades para publicitarse y para captar la atención, por tanto, de nuevos consumidores. Una verdadera injusticia teniendo en cuenta que un amplísimo porcentaje de empresas españolas (el 99’9%) tienen menos de 250 trabajadores.
Lo primero que necesitábamos para darle vida al negocio eran esas instalaciones a las que me refería más arriba. Disponer de un espacio de trabajo en el corazón de la ciudad era importante para que la gente conociera nuestra empresa y a lo que se dedicaba, por lo que decidimos redoblar esfuerzos para hallar unas oficinas de nuestro total agrado, una posibilidad que comenzó a ser factible cuando contactamos con los profesionales de Cacplus, una entidad dedicada al alquiler de despachos y oficinas en Barcelona.
Armando y yo les comentamos esa necesidad que tenía nuestra futura agencia de conseguir una localización que resultara visible para todos los ciudadanos. Evidentemente también deseábamos encontrar unas oficinas que mantuvieran un diseño cómodo y cuyo mobiliario confiriera una imagen seria y confiable, cualidad indispensable para que nuestros clientes decidieran apostar por nosotros a la hora de desarrollar sus campañas.
Uno de los agentes de Cacplus pasó una tarde completa con nosotros para mostrarnos varias de las oficinas que su empresa tenía en propiedad y que estaban disponibles. Las que nos mostró en la Rambla de Catalunya nos parecieron ideales para nuestra agencia debido a su pulcro aspecto, a los modernos muebles con los que estaba equipada y a la distribución de su espacio. Era el lugar ideal para trabajar.
Una localización de la que no arrepentirse
De inmediato, le comunicamos al agente nuestro interés por esas oficinas. Sin embargo, antes de comprometernos a alquilarlas preguntamos por el precio. Al facilitarnos las tarifas de alquiler del espacio, quedamos gratamente sorprendidos. Éstas eran bastante más baratas de lo que nos habíamos imaginado en un principio, por lo que nuestro interés en conseguir el alquiler se multiplicó. Una prueba que nos permite comprender cómo no todo es dinero a la hora de bautizar a nuestra empresa.
Han pasado un par de años y la agencia funciona a las mil maravillas. La cartera de clientes ha ido aumentando con el paso de los meses y en la actualidad los beneficios que obtenemos gracias a ello son cuantiosos. Al principio nuestra plantilla estaba compuesta por cuatro personas, pero la cantidad de trabajo que hemos adquirido (propiciada entre otras cosas por nuestra estratégica ubicación en el corazón de Barcelona) nos ha obligado a duplicarla, cosa que hemos podido hacer gracias a que nuestras instalaciones están verdaderamente preparadas para ello.