España puede presumir de muchas cosas. De tener el mejor sol del mundo, la mejor gastronomía e incluso la mejor Liga de fútbol, pero quizás no sepas que este país también puede presumir de contar con los mejores calzados del mundo. Hoy en día, el sector del calzado español constituye una industria muy dinámica y plural, en la que conviven distintos modelos y estrategias empresariales. La industria del calzado ha experimentado una importante transformación en los últimos años, que le ha permitido mejorar notablemente su nivel de competitividad y, en consecuencia, aumentar su presencia en los mercados globales, no sólo por precio, sino también por diseño y calidad.
Datos
Las exportaciones de calzado han alcanzado, durante los últimos nueve meses de 2017, la cifra de 2.129,3 millones de euros (127,3 millones de pares). Estos datos representan una ligerísima caída del 0,06% en valor, aunque con un crecimiento del 1,8% en volumen respecto al mismo periodo de 2016. Todavía no se saben los datos de 2018, pero estoy seguro de que serán mucho mejores.
La Unión Europea (UE) es el principal comprador de calzado español, representando el 81% del total de las exportaciones en volumen y el 74% en valor. Francia, Italia, Alemania, Portugal y Reino Unido encabezan el listado de los principales destinos. Y es que todos estos países, los de la locomotora europea, confían en los calzados nacionales. Mientras que las exportaciones a la UE alcanzan 1.574,3 millones de euros (103,1 millones de pares), con un descenso del 1,7% en valor, aunque con un aumento del 3% en pares. Los descensos, aunque más moderados, en Francia, Reino Unido y Bélgica siguen frenando el crecimiento en las exportaciones a la UE.
Por su parte, las exportaciones a destinos extracomunitarios ascienden a 555 millones de euros (24,2 millones de pares), con un crecimiento del 5,1% en valor, representando el 26,1% del total. Este dato reafirma la apuesta de la industria española por diversificar sus mercados de destino.
¿Cómo se llega a esta situación? Pues con mucho trabajo y confiando en las empresas de este país. Calzados Luz se ha convertido en referente del sector, por lo que no hay que perderla de vista. La verdad es que es una historia que merece ser contada.
Calzados Luz y La Fuensantica se unieron en 1953 con el objetivo de levantar una empresa tradicional y familiar que diera respuesta a todos los clientes que buscan calzado de piel de primera calidad, por eso pusieron a su disposición sólo las marcas de mayor confianza del mercado: Pikolinos, Panama Jack o Martinelli entre otras. Y es que estas cuatro firmas son sinónimo de éxito.
Amoldarse a los tiempos
Pero esta empresa sabe que hay que saberse amoldar a los nuevos tiempos. ¿Y cómo lo hizo? Pues apostando por su tienda online, donde los clientes tienen la posibilidad de comprar Fluchos, zapatos Hispanitas online, zapatos Callaghan para mujer, e incluso cuentan con una colección muy especial de zapatos de novia y novio donde se puede encontrar los modelos más innovadores y elegantes del mercado, ideales para un acontecimiento tan importante como, por ejemplo, una boda.
Y si eres una de esas personas que te cuesta Dios y ayuda encontrar zapatos de tu número, no te preocupes, porque ellos son especialistas en tallas especiales. Puedes encontrar unas botas Panama Jack del número 35 sin problemas.
El calzado es un sector en continuo crecimiento tecnológico. Destacan las innovaciones en el seguimiento de las tendencias de mercado, el empleo de nuevos materiales, la optimización de los sistemas de logística y distribución, la realización de proyectos conjuntos con industrias y actividades conexas, así como la incorporación de tecnologías avanzadas de diseño y fabricación asistidas por ordenador. Unos avances que se pudieron comprobar en la última edición de SIMAC-TANNING TECH, el mayor acontecimiento mundial para el sector del calzado, cuero y manufacturas. Lo más llamativo fue que a los avances en automatización y robótica se suman los procesos de integración operativa que mediante el intercambio de datos digitales consiguen mayor eficiencia productiva.
Como puedes ver, la industria del calzado española está realizando esfuerzos importantes por mejorar sus niveles de competitividad, orientarse al cliente, abrir nuevos mercados y posicionarse en productos de alto valor añadido. Las empresas que lo venden y las que los fabrican han logrado situar a España en lo más alto del escalafón, y ese puesto hay que mantenerlo.