La importancia de tratar la vista

Estar saludable es uno de esos estados que solo se valoran cuando no se tienen. Las personas nos preocupamos generalmente por nuestra salud, pero cuando la tenemos esa consecución pasa a un segundo plano para que otro tipo de problemas sean los que se enfoquen con más nitidez.

Con un aspecto como lo es la salud visual ocurre exactamente lo mismo. Cuando no padecemos ningún problema asociado a esta rama, apenas nos inquietan las ópticas o la oftalmología. Sin embargo, cuando empezamos a ser conscientes de que nos es más necesario forzar la vista para captar algo, la cosa cambia por completo. Todo el mundo sabe que con la salud y el cuidado de nuestros ojos no se juega y cuando detecta el más mínimo problema con ellos, acude rápidamente a que le atiendan los mejores profesionales para detectar anomalías y prevenir enfermedades.

Recuerdo que cuando tenía unos diez años empecé a tener problemas en la vista a causa de ver la televisión a muy poca distancia. Mis padres me llevaron a la óptica y desde entonces llevo gafas. Ahora, muchos años después y ya con hijos, estoy pendiente de que ellos cuiden su vista no cometiendo los mismos errores que yo cometí.

A pesar de eso, a veces los problemas ocurren, sin más. Uno de mis hijos me comentó un buen día que cuando veía la televisión le escocían los ojos. Y no solo eso, sino que había notado cómo le era más difícil captar imágenes lejanas, algo con lo que no había tenido ningún problema hasta entonces. En cuanto me lo dijo, active el mecanismo en el que llevaba tiempo pensando: me puse en contacto con los profesionales de www.centremarsden.com, un grupo de optometristas de Barcelona que colaboran con oftalmólogos u ópticos, y pedí cita. Una vez allí, los profesionales ejecutaron una terapia visual con mi hijo destinada a corregir diferentes problemas visuales.

Tras terminar la terapia, mi hijo me comentó que notaba que le había sido muy útil, que lo que más importante le había parecido eran los hábitos aprendidos mediante la terapia y que en consecuencia él se sentía mejor y los problemas eran en ese momento más leves. Contento con ello, pensé que confiando en aquellos expertos no había perdido el tiempo ni el dinero.

El negocio del siglo XXI

Mientras duraba la terapia, comencé a reflexionar en lo importante que resultan los especialistas de la vista hoy en día. Como antes decía, las personas tenemos claro que con la vista no se juega y al más mínimo problema comenzamos a preocuparnos por ella y a acudir a estos profesionales.

Esto hace que este sector sea, desde mi punto de vista, uno de los negocios más seguros del mercado. ¿Cómo no vamos a ponernos gafas si apenas vemos lo que hay a nuestro alrededor? ¿Cómo no vamos a intentar asesorarnos para prevenir problemas oculares? Es evidente que muchos de nosotros nos asesoraremos para intentar mantener lo mejor posible nuestra salud visual.

El hecho de que haya catalogado a este como “el negocio del siglo XXI” no se debe solo a que todo aquel que sufra problemas va a acudir a una óptica. A este negocio lo hace bueno el modelo de sociedad actual, una sociedad completamente informatizada, en la que para cualquier cosa tenemos que echar mano de Internet, de los ordenadores, móviles, tablets y demás dispositivos. Dispositivos cuya iluminación daña la vista y hace que sea muy alto el porcentaje de gente que comienza a padecer problemas de este tipo: concretamente se ha experimentado un crecimiento de un 45% en Europa.

Mi gran experiencia en www.centremarsden.com me llevó a pensar también en la importancia que tiene el trato al paciente en este tipo de terapias. En aquel centro nos trataron de una manera agradable, sabiendo que iríamos con la preocupación que conlleva el saber que un problema de visión puede acarrear gastos y agobios muy importantes en casa. Con tratos así, ganarse la confianza de los clientes sería muy sencillo.

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