Siempre he sido amante de las antigüedades, de todos los tiempos y de todas las épocas. Hay una magia en los artículos antiguos que tienen una utilidad que podemos aprovechar incluso hoy. Esto atrae a los amantes de las antigüedades, que para nada son pocos, a las subastas y a las tiendas de segunda mano.
Esto lo tenemos que agradecer al avance que el ser humano ha desarrollado a lo largo de los años. Aquí hay que hablar de la industrialización, una etapa histórica vital que ha configurado la sociedad moderna tal y cómo la entendemos hoy, ya que vivimos en un mundo industrializado al máximo que no para de desarrollarse en muchos sentidos.
El confidencial hace un análisis muy interesante de las diferentes etapas de la revolución industrial que vamos a comentar. Actualmente estamos en la tercera revolución industrial, y según algunos analistas estamos a un paso de la cuarta revolución industrial de la que hablaremos a continuación.
La primera revolución industrial se llevó a cabo en Inglaterra en 1786, introduciendo cambios radicales a los medios de producción al incorporar instrumentos mecánicos de tracción, el telar mecánico y la locomotora. Esto parece una nimiedad a día de hoy, pero es que en aquellos momentos esto era la última tecnología. Coger un tren por aquella época era realmente un lujo para unos pocos.
La segunda revolución industrial ocurrió también en Inglaterra, pero expandiéndose a países de Europa occidental, Estados unidos y Japón (país que destaco por una rápida industrialización). Esta revolución destacó por haber desarrollado y potenciado la electricidad, la radio, el automóvil de combustión interna y también por haberse iniciado muchas empresas que llegan hasta hoy.
La tercera revolución, que es en la que nos encontramos, surgió después de la Primera Guerra Mundial, y se conoce como la revolución de los elementos inteligentes. Esta revolución se caracteriza por haber impulsado la aviación, la carrera espacial, la energía atómica y la tecnología cibernética, y el Internet.
La cuarta revolución se está desarrollando en la actualidad, y sin duda es la que más afecta al trabajo de ser humano. Aunque la verdad, que la batalla de las máquinas que quitan el trabajo al ser humano siempre ha sido fruto de debates desde el origen de la tecnología, pero al fin y al cabo ¿quién reparará las máquinas que se rompan?
Qué es la cuarta revolución industrial
La cuarta revolución es descrita como la aplicación del Internet a la industria en el manejo de los productos, usándose la digitalización, la Tecnología de la Información (TI), y dispositivos inteligentes, conectando redes, comunicando máquinas, adaptando servicios a los clientes en cualquier parte del mundo. Naciones Unidas informó que existen 3.200 millones de usuarios Internet.
Es la era de la innovación, utilizando tecnología de última generación, que está transformando la forma de producir, distribuir y consumir bienes/servicios. Y la logística y suministro de productos basada en: impresión en 3D, robotización en producción y almacenamiento y distribución con drones.
Como podemos observar, la revolución industrial en la que estamos ya inmerso destaca por la inmediatez de los servicios como consecuencia del Internet, cosa que ya tenemos y disfrutamos, pero se desarrollará hasta el extremo. Por eso se deriva otra consecuencia de la industrialización, la mejora de la logística.
La logística ha sido uno de los sectores que más ha evolucionado en los últimos diez años, ya que las compras por internet han cambiado la manera de entender el mercado de bienes y servicios. Y esto es en gran parte al esfuerzo de grandes y pequeñas compañías que se lanzaron en Internet para conseguir ingresos mayores.
El eCommerce, o en español las compras por internet, suponen para las empresas que están volcadas en este negocio una gran fuente de ingresos. Y es que decidirse a vender por internet implica una inversión en recursos y instalaciones que se amortizan de manera rápida una vez que se ponen en marcha todos las técnicas de marketing necesarias para el éxito en internet.
Una de esas técnicas consiste en ofrecer al consumidor una experiencia de compra perfecta desde que entra a la tienda online y decide comprar un producto o servicio, hasta que lo recibe en casa. Aquí juega un papel importante el packaging y empresas como Empacke, una empresa especializada en el diseño de branding y packaging de productos, de manera que con el mismo se aumenten la venta de sus clientes a través de un proceso de análisis, creatividad y cuidado.