Por mucho que el Gobierno insista en decir que hemos salido de la crisis, lo cierto es que la bonanza económica no ha llegado a nuestro país, no vivimos como antes del año 2007 ni de lejos, y los problemas de las empresas en la actualidad han cambiado notablemente. Ahora se enfrentan a poco volumen de trabajo y, especialmente, a los impagos. Hoy vamos a revisar qué debemos hacer en caso de contar con una factura que no nos abonado, hasta dónde podemos llegar por nuestra cuenta y cuándo requerimos los servicios de un abogado especialista como los del bufete Hernández y Díaz.
Pues bien, como decíamos, los problemas en las empresas de la actualidad han cambiado. Estas se enfrentan especialmente a los impagos. Aquellos que contratan sus servicios se buscan mil excusas para no pagar y otros directamente llegan incluso a reclamar daños y perjuicios para que las compañías cejen en su empeño por cobrar para no meterse en más líos. Los proveedores sufren constantemente porque se dejan su tiempo, mano de obra y materiales en proporcionar un trabajo que luego no siempre cobran y que lastra su negocio de cara al futuro, ya que precisan de dinero para seguir comprando herramientas con las que trabajar.
Luchar contra esto no es para nada sencillo, y podemos dividir el proceso de intentar cobrar en dos vertientes. La primera de ellas es para las facturas cuyo importe es menor de 2.000 euros. En este caso, la justicia no exige que se reclamen con la ayuda de abogado y un procurador, sino que es posible realizarlo por uno mismo mediante un escrito de requerimiento de pago. Asimismo, si no somos capaces de hacerlo descargando un modelo de internet, una opción es acudir a un abogado para que nos lo redacte y usar ese patrón para las demás ocasiones, simplemente cambiando los datos que varían, como el nombre de la empresa a la que queremos reclamar o la cuantía que estamos solicitando. Eso sí, debemos aportar documentos que acrediten esa deuda y que también está impagada.
No obstante, si la deuda es mayor de 2.000 euros, es entonces cuando la ayuda o contratación de un abogado y un procurador son obligatorias. Aquí debemos hacer cuentas y conocer en cuánto nos va a salir el proceso, ya que es posible que se diese la situación de que estamos reclamando una factura cuyos gastos judiciales y de abogado nos harán gastar más que lo que realmente vamos a cobrar.
En caso de que la respuesta sea satisfactoria, debemos buscar un abogado, y nosotros, como os dijimos más arriba, os vamos a recomendar el despacho de Hernández y Díaz.
Hernández y Díaz, abogados especialistas de confianza
Hernández y Díaz Abogados es un despacho multidisciplinar, con un equipo altamente cualificado con años de experiencia al servicio de sus clientes, desarrollando su actividad en distintas ramas del derecho, y conformando así un despacho innovador y constantemente actualizado.
Se distinguen por ofrecer a sus clientes asesoramiento jurídico y legal (extrajudicial y judicial) bajo las premisas de profesionalidad, atención inmediata y personalizada, permitiéndose ofrecer un asesoramiento especializado en las diferentes ramas del Derecho.
La excelencia en la relación con sus clientes es la clave de su filosofía. Profesionalidad, cercanía, eficacia y compromiso, son la esencia de cada proyecto.