¿Qué hace un abogado de familia?

Están los que piensan que los abogados de familia son los que se encargan de llevar los divorcios, esta es solo una pequeña parte de la gran variedad de asuntos que atienden. Los abogados de familia ayudan a resolver los litigios legales que se presentan en el seno de una familia. Un ámbito mucho más complejo que cualquier otro escenario de relaciones. Para ejercer esta rama de la abogacía hay que tener empatía, sentido común y velar por los intereses de los principales afectados, que por lo general no son los litigantes. Intentamos resolver la pregunta: ¿qué hace un abogado de familia?

La familia tiene un doble aspecto, por un lado, es un núcleo social que se ha cimentado sobre la base del cariño y del respeto, y en el que se han fraguado fuertes lazos emocionales y, por otro, es una asociación de individuos. Como toda sociedad, se puede romper, caso en el cual cada uno de los socios va a intentar hacer valer sus intereses. También, como sucede en cualquier asociación, pueden aparecer conflictos de intereses.

La diferencia es que cuando esto sucede, la familia no se disuelve, sigue existiendo, sobre todo si hay hijos menores en común. Por lo tanto, toda medida que se tome no solo va a velar por las partes en litigio; sino que hay que proteger los derechos de todos los miembros de la familia.

Nos dicen los abogados de Levan, un bufete multidisciplinar de Burgos, que la resolución de los conflictos legales en las familias son procesos complejos y delicados que presentan un fuerte componente emocional.

Lo ideal es llegar a acuerdos pactados que no comprometan los derechos de los hijos. Sin embargo, esto a veces no es sencillo. El abogado deberá hacer valer la razón y el sentido común y estar por encima de los impulsos pasionales que irrumpen por momentos en muchos de estos casos. Indaguemos un poco más en cómo es este profesional.

¿Qué es un abogado de familia?

La Universidad Europea dice que el derecho de familia es una rama del derecho que se encarga de todos los aspectos legales y documentales que rigen las relaciones familiares.

Esto implica trabajar en diferentes áreas que afectan a la familia. Desde mediar en disputas que se producen entre los miembros, representarlos en procedimientos judiciales, hasta redactar documentos que fijan determinadas condiciones en la relación familiar. Desde un acuerdo prenupcial, hasta los documentos de adopción o paternidad.

El abogado de familia debe tener una serie de aptitudes específicas para poder desempeñar su trabajo. Debe ser empático y entender los problemas por los que está pasando su cliente, respetando los de otros medios de la familia. Debe ser dialogante y buscar el acuerdo, un buen negociador. Debe ser objetivo, y guiarse ante todo por los hechos. Debe sentirse motivado, aunque haya momentos en su trabajo en que la situación se tuerza. Debe ser pragmático, buscando ante todo soluciones concretas, y debe despertar confianza en su cliente.

Los abogados de familia son uno de los profesionales de la abogacía más solicitados en la actualidad. Como hemos visto, aparte de saber de leyes, requiere unas cualidades y una forma de trabajar diferentes a otras ramas del derecho.

El derecho de familia está incluido dentro del derecho civil, pero no se puede abordar igual un conflicto familiar a como trataríamos un incumplimiento de contrato por parte de una empresa.

¿De qué se encarga?

Por supuesto que un abogado de familia puede llevar un divorcio. En cualquiera de sus modalidades: divorcio amistoso, mediante un acuerdo negociado; divorcio contencioso, por medio de un juicio; divorcio exprés…

Cuando hay hijos en común, un aspecto importante es regular la guardia y custodia de los niños y fijar la pensión alimenticia. La cantidad que deben abonar los padres para cubrir las necesidades de los hijos hasta que cumplan 25 años. Por tanto, el abogado de familia debe ser también un experto en derecho de menores.

Además de esto, el abogado de familia interviene en:

  • Procesos de herencia y sucesiones relativas al patrimonio familiar.
  • Redacción y ejecución de testamentos.
  • Tutelas y adopciones de menores.
  • Liquidaciones de ganancias y patrimonio conyugal en caso de divorcio o separación.
  • Acuerdos prenupciales.
  • Separación de bienes.
  • Velar por la aplicación del régimen de visitas y del pago de la manutención de los hijos.
  • Velar por la aplicación de medidas cautelares referentes a la protección de menores dictada por un juez.
  • Casos de violencia machista y violencia vicaria tanto física como psicológica.

Cuenta Javier González, un abogado de familia que se ha convertido en Youtuber, difundiendo su trabajo con amenos videos en la red, que hace unos años tomaron la decisión que todas las llamadas que llegaban al bufete relacionado con temas de familia, desde la centralita de recepción, las pasaran directamente a los abogados.

La razón es muy sencilla. Aparte de establecer una relación más cercana, menos fría, es que en muchos casos había que tranquilizar al cliente antes de poder atenderlo.

Claro, un padre llamaba por teléfono enfadado porque no le dejaban ver a sus hijos. O una madre, agobiada, telefoneaba al abogado porque llevaba meses sin recibir la pensión alimentaria y se le hacía cuesta arriba mantener a los niños.

Antes de ver cómo proceder, el abogado debía escuchar al cliente e intentar calmarlo. En el estado en el que se encontraba era imposible obtener datos fiables. Primero había que saber que había sucedido, y después indagar si había un acuerdo o una sentencia judicial que prohibiera a la otra parte actuar de esa manera.

No era llamar al abogado para preguntar si realizan tal o cual servicio, o aclarar una duda. El cliente llamaba desesperado buscando una solución. El abogado debía actuar como un servicio público. Debía entender al cliente, y después, desde ahí, ver como resolvían el problema de la mejor manera posible.

Esta anécdota, que es más habitual de lo que nos pensamos, ilustra un poco la forma de actuar de estos profesionales.

Cuestiones a tener en cuenta antes de contratar a un abogado de familia.

La Asociación Europea de Abogados de Familia cuelga en su blog un artículo en el que se preguntan: ¿Qué debo saber antes de contratar un abogado de familia?

Según ellos, cuando aparecen conflictos en el seno de la familia que no se pueden resolver con una sencilla conversación, lo primero que debo hacer es contratar un abogado para defender mis intereses. Pero no un abogado cualquiera, un abogado de familia.

Debo contratar a un abogado de familia, no a unos abogados de familia. Para resolver estos conflictos tan delicados es fundamental el compromiso personal. Aunque llame a un bufete especializado, debo asegurarme de que mi caso lo va a llevar siempre el mismo profesional.

Debo asegurarme de que el abogado es experto en todos los temas relacionados con la familia. Y sobre todo, si hay hijos por medio, debe ser experto en derecho de menores. Para la asociación, un buen abogado de familia no es aquel que sirve a los intereses de la persona que le paga, sino el que vela por los derechos de la familia. Pues aunque una pareja se haya separado o divorciado, sigue habiendo hijos en común, y su bienestar está por encima de cualquier disputa personal.

Debe tener experiencia. Aunque las leyes son iguales para todos, y los supuestos más habituales se suelen repetir a menudo (divorcios, custodia de los niños, manutención, etc.) cada familia presenta sus peculiaridades. La habilidad para adaptarse a ellas la proporciona la práctica.

El derecho de familia es un derecho complicado. Para poder ejercer como abogado de familia hay que demostrar ciertas aptitudes y habilidades que sobrepasan el simple conocimiento de la ley.

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