Nadie en su sano juicio pondría en duda la relevancia que tiene un sector como lo es el del automóvil no ya solo en España, sino en el resto del mundo. Podría ser, y podría haber sido durante muchos años, la principal industria en todo el mundo. Y la verdad es que no nos parece nada descabellado a juzgar por la tremenda cantidad de vehículos que circulan por todas y cada una de las carreteras de este mundo y por la cantidad de servicios asociados que lleva un asunto como el de los vehículos en todo el mundo.
Todo esto que os hemos comentado hace referencia a la enorme rentabilidad que tiene un sector como este en el momento en el que nos encontramos y en el pasado. A nadie le cabe la menor duda de que esta es una realidad como la vida misma. Pensad bien y decidnos si no tenéis a ningún familiar o amigo que se dedique a una actividad que esté relacionada, de una manera directa o indirecta, con un asunto como lo es el de la producción o reparación de vehículos. O en el de los aspectos burocráticos de los mismos.
Una noticia que fue publicada por la agencia de noticias Europa Press informaba de que el empleo en lo que respecta a la industria automovilística en el año 2018 había aumentado en un 1% hasta alcanzar la cifra total de 575.500 personas, lo cual nos ofrece una primera muestra de lo importante que es esta actividad en el interior de nuestras fronteras. Imaginaos cómo de importante debe ser para países como lo son Alemania, Holanda, Estados Unidos o Japón, que tienen una industria del automóvil más potente que la española. Y es que este sector es fundamental no solo para todos los españoles, sino para el resto del mundo.
Por otro lado, nos ha parecido interesante un artículo de opinión que vio la luz gracias a El Faro de Vigo y que habla de algunas de las cifras que está dejando la actividad de la que venimos hablando tanto en nuestro país como en el continente europeo. Una de esas cifras es la producción de vehículos por empleado que, en España, en el año 2015, era de 10’3 por persona. Hay que apuntar que esta cifra es bastante superior a la de Alemania (7’9 vehículos por empleado) y a la de Estados Unidos (8’33). Ahí es nada.
La reparación, tan importante como la producción
Pero, si la producción de vehículos es vital para la industria automovilística mundial, ¿qué podríamos decir de la reparación de cualquier problema que tenga un vehículo? La verdad es que prácticamente en todas las localidades de nuestro país hay un taller de reparación de vehículos. Y es que podríamos decir, sin miedo a equivocarnos, que este es un servicio básico para la ciudadanía. A mucha gente le habrá servido de ayuda para garantizar su seguridad al volante sin tener que hipotecarse adquiriendo otro vehículo.
La reparación de vehículos es tan importante como la producción de los mismos. Ambos son dos sectores realmente rentables en lo que respecta a la industria automovilística no solo española, sino de todo el mundo. Son muchos los vehículos que, tras el paso de algunos años, presentan problemas que se pueden resolver sin tener que adquirir uno nuevo. Problemas que, en algunos casos, pueden resolverse con la reconstrucción de motores. Los profesionales de Reconstruidos Mober, dedicados a una actividad como la que acabamos de mencionar, nos han comentado que, incluso en tiempos de crisis, su actividad ha tenido una rentabilidad bastante considerable. Y es que es básica para todas aquellas personas que conduzcan cualquier tipo de vehículo.
En una sociedad en la que es tan importante la movilidad, es evidente que actividades como las que venimos comentando van a ser siempre rentables. Y ya lo hemos dicho: incluso en tiempos de crisis sus servicios siguen siendo demandados en buena medida. No es para menos. Con lo que una persona invierte en adquirir un vehículo, no puede no ejercer esa reparación que necesite pasados unos años. Sería como haber tirado el dinero al comprar el vehículo. Y está claro que nadie puede permitirse eso.
Es evidente que, en el futuro, y por mucho que avance la tecnología, va a seguir siendo necesario disponer de un vehículo para garantizar esa movilidad que hemos mencionado y que tan importante es para todos y cada uno de nosotros. No cabe la menor duda de que eso es lo que permitirá que la industria automovilística siga siendo realmente importante en la sociedad, en la misma medida de lo que lo ha sido durante el siglo XX y el inicio de este siglo XXI. O incluso será más importante. De hecho, eso es lo más probable.