A día de hoy, un hotel de lujo no sólo debe ofrecer unas características propias a los hoteles de esta categoría, como unas dimensiones específicas por habitación o suite, un confort y unos servicios de todo tipo y de lo más completos (restaurante, SPA, etc.), sino también preocuparse sobre todo por permitirle al cliente poder vivir una experiencia de lo más placentera y única.
Dicho esto, hay que subrayar que no existe verdaderamente ningún sistema de clasificación estándar. Lo que sí es común a todos estos hoteles es el precio más elevado que suelen aplicar a diferencia de otros hoteles de menor standing. Por ello mismo, suelen estar dirigidos a clientes con cierto y/o alto poder adquisitivo así como con grandes expectativas en lo referente al alojamiento. Por esa razón también suelen estar ubicados en zonas céntricas y/o con vistas panorámicas espectaculares.
Escoger el alojamiento adecuado cuando se viaja es primordial y puede, incluso, resultar bastante divertido. Por lo menos, así me lo parece y por ello durante mi última estancia en la ciudad condal, tras haber estado indagando por Internet e informándome en general y preguntándoles a mis amigos, me decidí por un pequeño palacio del siglo XVIII de lo más céntrico que acoge a día de hoy el Mercer House Bòria BCN, un aparthotel con habitaciones espaciosas y apartamentos vacacionales de tipo loft, totalmente reformados y con gran personalidad. Este espectacular hotel está ubicado en pleno barrio de El Born, un antiguo barrio medieval de mercaderes y artesanos que es en la actualidad una de las zonas más cosmopolitas, marchosas y de moda del centro de Barcelona: ¡un lugar verdaderamente de ensueño!
A veces, en la vida, los sueños se vuelven realidad. Algunos lugares van más allá de la simple habitación, y los lofts ofrecidos por este hotel lo son. Dormir en uno de ellos, fue para mí una experiencia sumamente fascinante. Además, al estar ubicado a tan escasos metros de muchos de los lugares de interés turístico de la ciudad, como la Basílica de Santa María del Mar, el Museo Picasso, el mercado de Santa Caterina o las tiendas más actuales, pude admirar cantidades de maravillas y obras de arte y darme después un paseo placentero por las encantadoras y céntricas calles de Barcelona.
La tendencia es originalidad
Se acabó el hotel sin personalidad propia por muchas comodidades que ofreciera. En la actualidad, un hotel debe llamar la atención del cliente y darle ganas de hospedarse allí. La tendencia está, de hecho, en los hoteles originales y con sumo carácter. Los alojamientos deben sorprender al huésped y ser un poco más que unos simples lugares de paso donde tan sólo se deben dejar las maletas y descansar, como se solía hacer por regla general antiguamente.
Ahora, hospedarse en un hotel se ha convertido en un lugar de destino en el cual se puede disfrutar y vivir una experiencia única y sensorial. La estancia en un hotel debe ser insólita y por ello son cada vez más frecuentes los hoteles ubicados no sólo en zonas céntricas de una ciudad, sino también en lugares originales y a veces imprevisibles como en un faro, en una abadía o en un iglú.
Los hoteles de lujo tienen la obligación de cuidar al máximo a sus invitados (¡así se les llama ahora!), no sólo a través de los servicios que ofertan, sino también a través de sus peculiares arquitecturas y decoraciones interiores. Así pues, son muchos los hoteles que deciden apostar por monumentos históricos, murallas o fortalezas encaramadas sobre unos acantilados con vistas al mar.
El aparthotel Mercer House Bòria BCN, ubicado en Barcelona centro es, de hecho, lo que ofrece al proporcionar a sus huéspedes, aparte de una amplia gama de instalaciones y selectos servicios, un entorno de ensueño y privilegiado. A saber, un pequeño palacio del siglo XVIII. Este magnífico edificio alberga, pues, en su seno once espectaculares habitaciones de distintas categorías y apartamentos turísticos de tipo loft decorados con un gusto exquisito y situados en unos de los barrios más vibrantes y cosmopolitas de la ciudad condal y con un profundo poso histórico, pero a la vez con una gran vocación de modernidad. Alojarse en aquel hotel singular te permite vivir una auténtica aventura. Yo, francamente, esta experiencia no se me olvidará jamás y estoy deseando poder vivirla de nuevo en cuanto ello sea posible…