El oficio de zapatero

Para aquellos que estén pensando que este oficio es el de presidente del gobierno, aludiendo al que fuera presidente de nuestra patria, que retornen a otra época, donde este profesional artesano, era considerado un grande de los oficios artesanales. La reputación de este experto en hormas, era excelente en las altas esferas de la sociedad. Este oficio que en la actualidad parece olvidado, sigue vigente y más que presente en nuestros días.

Si bien, la figura del zapatero ha cambiado sustancialmente, el calzado es una de las prendas imprescindibles en el día a día. Zapateros, sigue habiendo y si no, que le pregunten Curtidos y Tapicerías, profesionales y conocedores de todo lo relacionado con la guarnicionería, los cueros y demás materiales y artículos, vinculados al mundo de la zapatería y otros oficios artesanos.

Puesto que el oficio de zapatero es uno de los más antiguos y tradicionales que aún se mantiene vigente, hemos decidido ahondar en la esencia de este popular artesano que, con el paso del tiempo, ha ido viendo como su oficio, ha mutado. En otro tiempo (ahora también, pero en menor medida), el zapatero se dedicaba a la confección, reparación y arreglo del calzado y otro tipo de piezas de similares características.

El contexto económico y social actual, ha determinado que el oficio haya sufrido una enorme transformación en la que la fabricación manual de calzado, compite con los procesos de fabricación industriales. No obstante, el campo, es amplio y los zapateros, cuentan con una serie de funciones que requieren de su particular habilidad en diferentes aspectos: confección, modificación y reparación de zapatos de cualquier tipo, sea con medias específicas, sea ortopédico. Gracias a su habilidad para trabajar el cuero, son capaces de brindar servicios de reparación de artículos fabricados en dicho material, como carteras, cinturones o bolsos.

Con independencia del sesgo donde un zapatero decida prestar sus servicios (elaboración artesana y manual o procesos industriales), ambos sectores requieren profesionales que desarrollen cierto tipo de habilidades y cumplan con algunas características esenciales.

Empezando por una de las actividades principales, como el diseño de zapatos. Función que requiere de minuciosidad durante el proceso y cuidar hasta el más mínimo detalles, seleccionando moldes, haciendo planos y utilizando los mejores materiales para su fabricación. En la misma línea de polivalencia, deben ejercer tareas de troquelado, montaje, centrado y soldado, sacando las piezas, lijándolas, ajustándolas y colocarlas.

Un poco de historia

Ya durante el esplendor de la cultura egipcia, los antiguos egipcios, gustaban de utilizar como calzado algo semejante a las alpargatas. Este calzado, se fabricaba con pal o corteza de papiro. Según los textos de la antigua Grecia, estos, utilizaban sandalias que se sujetaban al pie, mediante correas.

Mientras que los primeros pueblos de la civilización griega, utilizaban calzado elaborado con los materiales de los que la zona disponía, como pieles de animales, cuero, esparto o incluso madera o metal, en tiempos de Pitágoras, sus discípulos fueron obligados a utilizar el mismo calzado que los egipcios.

A la hora de luchar y combatir al enemigo, los héroes griegos, utilizaban un calzado hecho especialmente para el combate: una suerte de botines de cuero. Las mujeres, vestían sus pies con sandalias adornadas con tachuelas de plata, oro o piedras.

La civilización griega, dio paso a la romana y estos, utilizaban diferentes tipos de calzado, entre los que se incluían los elaborados en cuero. Las más conocidas, son las sandalias romanas que, todavía siguen vigentes en la actualidad, con un nombre que hace gala a su origen.

En resumidas cuentas, desde que el hombre aprendió a preparar el cuero y otros materiales, el oficio del zapatero, cobro mayor importancia. Existiendo registros que señalan calzados como botines con punta encorvada y levantada hacia arriba, sandalias de varios tipos e incluso zuecos. Llegando a países en los que cuentan desde tiempos remotos, con calzados especiales como los zuecos de madera o las famosas alpargatas, elaboradas con esparto y lona.

Funciones y destrezas de un zapatero

Como ya hemos comentado, existe diversificación en el sector. En este sentido, la diferencia estriba fundamentalmente en la metodología para realizar el trabajo. Artesanos o industriales, las habilidades y funciones con las que deben contar son las mismas.

A saber, esas habilidades deben ser:

  • Realizar un diseño del calzado.
  • Preparar los planos del diseño, sacar los moldes, organizar los materiales para confecciona el calzado.
  • Tener conocimientos para confeccionar el calzado y los complementos, hacer cortes, troquelar piezas, montarlas…
  • Saber secar las piezas, ajustarlas y lijarlas para aplicar los tintes y estampados correspondientes.
  • Saber seleccionar la materia prima adecuada y conocer los procesos de ensamblado, montado y corte, así como los acabados finales.
  • Tener conocimientos para cortar los materiales siguiendo las indicaciones necesarias o de una ficha técnica.
  • Ser capaz de confeccionar calzados ortopédicos.

Para el desempeño de estas funciones, es fundamental que el zapatero, posea un perfil con las características siguientes: capacidad para lograr buena coordinación visión-motricidad en la realización de trabajos manuales, contar con mucha destreza manual y ser meticuloso en la tarea de elaboración.

Ser eficientes en lo referente a la organización, metódico en la producción y por supuesto, precisos en el trabajo de cortar y trabajar pieles y cuero, son otras cualidades que debe poseer. Por otro lado, debe estar al día en lo que a moda se refiere y ser creativo para diseñar todo tipo de modelos de zapatos.

Las competencias con las que debe contar un buen zapatero, son por lo tanto:

  • Prestar un buen servicio al cliente y comprender sus necesidades.
  • Saber crear versiones de diferente tamaño de cada patrón.
  • Ser creativo para diseñar y realizar todo tipo de calzado.
  • Estar al día en las tendencias, saber que se lleva y que no.
  • Poseer capacidad para examinar zapatos y saber como repararlos.
  • Gozar de buena habilidad en las manos y dedos.
  • Trabajar de forma metódica.
  • Tener buen ojo para el detalle y ser preciso.
  • Saber utilizar una maquina de coser.

Herramientas y materiales con los que debe contar un zapatero

Los artesanos en general deben contar con herramientas y materiales que cubran las necesidades del trabajo que van a realizar. Los zapateros, no podían ser menos y la lista de herramientas es amplia. Para conocer un poco mejor el oficio, es interesante conocer, a parte de las funciones que desempeña, los materiales y herramientas de los cuales se vale para acometer la tarea. A continuación, dejamos una lista con algunas de las más importantes:

  • Clicker, se trata de una herramienta utilizada para cortar las piezas de cuero siguiendo un patrón, modelo y talla. En el caso de las suelas o tacones, se utilizan cuchillas y para pieles y empeines, un fleje con cuerdas de acero.
  • Martillo de remedo, se utiliza para fijar la piel sobre la horma hasta que sea cosida.
  • Gouger, para fijar la costura entre la suela.
  • Escarificador, para hacer los agujeros sobre los que posteriormente se bordará.
  • Tenazas para sujetar los forros y tensarlos para pegarlos o clavarlos a la suela.
  • Hierros de lujar para abrillantar la planta y la suela.
  • Estacas, bisagras y alisadores para alisar las uniones de las costuras.
  • Martillo fino, para clavar los tacones y asentar la suela en zonas difíciles como el frente del tacón.
  • Escofina para perfilar los tacones en las suelas.

Elaborar un calzado, requiere destreza, habilidad y conocimientos. Los pasos que sigue un zapatero para cumplir con su trabajo, empiezan con la selección de la piel o el cuero, cualquier material en realidad, para confeccionar su diseño. Una vez que dispone del material con el que va a fabricar el zapato, habrá de cortar las piezas que lo componen. La precisión y la exactitud son imprescindibles en esta parte del proceso. Una vez estas se han cortado, deben rebajar las piezas retirando el exceso de piel, o el material correspondiente.

Posteriormente, se lleva a cabo el guarnecido, es decir, la costura de las distintas pieles, antes de proceder al montaje. Las piezas se colocan sobre la hora hecha con la plantilla y en ella, se ensamblan las diferentes piezas. Puede parecer a simple vista, fácil. Se trata de un proceso en apariencia, sencillo. Sin embargo, la laboriosidad del proceso implica contar con las habilidades ya mencionadas, se minucioso, detallista y preciso. A la hora de coser las piezas, no basta con coger la aguja, los materiales utilizados, suelen contar con mayor dureza que la tela y, por tanto, la labor se torna más difícil.

Ya conocemos un poco más respecto a este maravilloso, aunque algo obsoleto y arcaico oficio, el de zapatero. Tras este breve repaso, tal vez, nos hayan venido a la memoria, recuerdos de aquel señor que, sentado en una silla, dentro de un taller, generalmente con poca luz, ponía las tapas a los zapatos de tu madre y siempre parecía enormemente ocupado. Rodeado de aquellas estanterías, siempre llenas de diferentes zapatos y botas que pareciendo desordenadas, se disponían dentro de un orden lógico. Mientras aquel artesano, minucioso y laborioso zapatero, seguía con su labor y estaba siempre, ateniendo a sus zapatos.

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