Se acerca una de las mejores épocas del año para comprar, el Black Friday, una tradición importada de Estados Unidos que nos ayuda a afrontar lo duro de estas fechas en lo económico. Y es que es tiempo de comprar regalos, de preparar una buena mesa para los días de fiesta, de comprar lotería con los amigos… Una infinidad de gastos a los que por casualidad podemos sumar otros como el impuesto de la contribución en ciudades como Madrid, el seguro del coche o cualquier imprevisto, como ha ocurrido en mi familia, que hemos tenido que llamar a Control Plag para que nos solucionasen unos problemas de bichos en nuestra vivienda de la playa. Es por esto que cualquier oferta para las compras es buena, pero debemos seguir unos consejos.
Y es que durante el Black Friday nos podemos encontrar muchas ofertas con unas rebajas de hasta un 80 por ciento en muchos casos, eso sí, en productos señalados. Hay artículos que están muy bien de precio, pero lo cierto es que también hay oportunidades que únicamente lo parecen a simple vista y donde nos pueden dar gato por liebre, por lo que conviene seguir unos ciertos consejos a la hora de comprar para que luego no lleguen los arrepentimientos.
Pues bien, debemos pensar que una de las cosas que más hacemos en estos días es comprar a través de internet y especialmente artículos de tecnología caros como consolas, dvd, móviles, cámaras o televisiones, por lo que hay que tener en cuenta las precauciones mínimas de adquirir a través de la red, como no introducir nuestros datos en páginas de las que no estemos seguros.
Asimismo, es conveniente que si las compras que vayamos a hacer tenemos idea de reservarlas para convertirlas en regalos de Navidad, preguntemos antes por los plazos de cambio o devolución, ya que es posible que al adelantarnos tanto luego no podamos modificar tallas o simplemente ejercer el derecho a la devolución. Es más, en caso de comprarlas a través de la red debemos asegurarnos de que estas compras llegarán a tiempo para las fechas navideñas y no después.
Si tenemos tiempo, podemos también comparar los precios entre las diferentes tiendas, no solamente las online, sino también las físicas. Y con los newsletters de los comercios podemos estar previamente informados de aquello que van a ofertar.
Para no comprar de forma compulsiva cosas que no necesitamos o que simplemente sean caprichos, también podemos dedicar unas horas los días antes a las ofertas para seleccionar aquello que nos viene bien y hacer una lista. Asimismo, esto nos será muy útil para comprobar si de verdad ha habido rebaja en los productos o si las tiendas nos quieren engañar con llamativas etiquetas pero que no recogen descuento alguno. Y es que no todo lo que vemos como rebajado es un verdadero chollo.
Es bueno que no nos dejemos llevar por ese espíritu consumista que crece más que nunca al tratarse de una única fecha, lo que hace que pongamos un límite temporal para hacer la comprar y sintamos la necesidad de darnos prisa. Si nos cuesta, podemos también poner un límite o techo de gasto del que no debemos pasarnos para así no caer después en el arrepentimiento cuando llegue el cargo de la tarjeta de crédito.
El origen del Black Friday
El Black Friday o también conocido como Viernes Negro no es un día festivo en Estados Unidos, pese a que lo podamos pensar debido a su gran popularidad. No obstante, hay empresas que dejan a sus empleados cogerse este día de vacaciones para que puedan hacer las compras más baratas antes de Navidad. Este día se instauró en el 2005 y se celebra cada último viernes de noviembre y se convierte en uno de los días de más movimiento comercial del año.
Muchos comercios decidieron apuntarse a las rebajas de este día para dar comienzo a la campaña navideña y también para que todas las compras no se concentrasen en los últimos días previos a las fiestas.