El mundo de la industria, a lo largo de los años, ha ido avanzando de la mano de la tecnología y es que se ha servido de esta para mejorar cada vez más sus procesos de producción dejando ya bien lejos aquellos tiempos en los que cada obrero realizaba su tarea en concreto y los compradores dependíamos de su velocidad y de la carga de trabajo que este tenía para disponer del producto que fabricaba. Hoy en día, la gran mayoría de elementos que adquirimos, se producen en plantas de ensamblaje que trabajan en cadena de tal forma que han conseguido optimizar los procesos de producción, creando más y abaratando costes para así, permitir el acceso a ellos a un mayor número de consumidores.