Os digo en el titular de este artículo que el mobiliario es clave dentro de la empresa, pero en realidad no tanto para el funcionamiento de la compañía, sino para su imagen. Me voy a explicar mejor, dividiendo entre esos muebles que necesitamos para almacenar los papeles relacionados con la contabilidad, las gestiones, Hacienda, etc., y aquellos que tienen una función también pero además sirven para decorar. Os cuento mi caso. Soy psicóloga en Madrid. Tengo la oficina en Las Tablas, un barrio de nueva construcción que está a las afueras, por lo que me cuesta un poco hacer clientes al estar tan alejada. No obstante, por el boca a boca acerca de mi buen trabajo van viniendo ya muchas personas, clientes o pacientes, como les queráis llamar. Y todos se fijan en algo: las sillas moradas que tengo frente a mi escritorio, donde ellos se sientan a contarme qué les sucede. Las compré en una fábrica que se llama J. Valls porque me llamaron a mí también la atención cuando las vi y supe de repente que las quería.