Educación y empresa, una combinación de oro

Formo parte de la Dirección de una cadena de restaurantes y cada año me encargo de reclutar a varios becarios para que formen parte del negocio en materia de gestión y dirección. Gran parte de mi tiempo lo consumo en un análisis como el descrito y, como experto en la materia, creo que es justo decir que los alumnos salen muy diversamente preparados en función del centro formativo que les acoge. Por eso nosotros confiamos más en aquellos que salen de una entidad como Formatic Barcelona, que cuenta con los mejores profesores en el ámbito de la dirección y la gestión de Restaurantes, un aspecto capital para nosotros.

Las empresas no pueden mantenerse ajenas a lo que cada año ocurre en los diferentes centros universitarios de un país. Las universidades son para estas empresas como los equipos filiales de los grandes equipos de fútbol: una gran joya de la que nutrirse, garantizar un futuro y hacer de ese futuro más prometedor. Mantener convenios con ellas es, por tanto, una labor necesaria y sobre todo muy fructífera para todas las partes implicadas.

Lo es porque, a diferencia de lo que ocurría hace varias décadas, son miles y miles los jóvenes que están perfectamente preparados para acceder al mercado laboral y cumplir con las funciones que se les demanda desde la Dirección de los negocios. Confiar en ellos es una apuesta que puede suponer nuevas oportunidades, contactos y maneras de trabajar.

Desde hace varios años, el negocio que dirijo en la ciudad de Barcelona tiene en consideración todas esas premisas de las que hablaba con anterioridad. La empresa, que es una de las cadenas de restaurantes más conocidas de Cataluña, está constantemente interesada en hacerse con los servicios de nuevos muchachos y para ello analiza de manera detallada las promociones de diferentes másteres en Dirección o Gestión de Hoteles o Restaurantes.

Gran parte de mi tiempo lo consumo en un análisis como el descrito y, como experto en la materia, creo que es justo decir que los alumnos salen muy diversamente preparados en función del centro formativo que les acoge. Por eso nosotros confiamos más en aquellos que salen de una entidad como Formatic Barcelona, que cuenta con los mejores profesores en el ámbito de la dirección y la gestión de Restaurantes, un aspecto capital para nosotros.

En los últimos años, los datos que manejamos lo dejan muy claro. Todos los chavales que acuden a nuestra cadena de restaurantes con contratos en prácticas y que provienen de Formatic Barcelona cumplen con las funciones para las que son requeridos. El nivel de conocimientos que manejan en la materia es elevado y eso nos permite que en la empresa se trabaje con la eficacia y la eficiencia necesarias para garantizar la rentabilidad por la que tanto suspiramos.

Un pilar básico para nuestro crecimiento

Cuando elaboré la idea de abrir una cadena de restaurantes, no contaba con depositar gran parte de mi confianza en becarios provenientes de un máster. No obstante, el tiempo me fue demostrando que esta era la mejor idea sobre la que ir asentando mi proyecto y conformando una plantilla que desde luego se ha convertido en fundamental para la labor actual que estamos llevando a cabo.

Varios de los empleados de la empresa –gente que ya posee un contrato indefinido y que cobra un buen sueldo– son antiguos becarios de un máster como aquel. Llegaron hasta nuestra cadena de restaurantes conociendo de primera mano el sector y, teniendo en cuenta lo importante que es eso en un negocio como este, pronto comenzamos a beneficiarnos de sus dotes y de todo lo que desde Formatic Barcelona se les había transmitido durante el desarrollo de las clases.

El resultado es simple. Ellos han conseguido lo que deseaban –un trabajo bien remunerado, dirigiendo y formando parte de varios de los departamentos de la empresa– y nosotros también –personas con cierta experiencia y conocimiento que nos ayudaran a crear una mecánica de trabajo y una imagen de marca–. La combinación de ello es la receta idónea sobre la cual asentar un negocio perfectamente estructurado, muy rentable en la actualidad y con un futuro más que prometedor.

El binomio educación-empresa es todavía algo por lo que todo el mundo no tiene el valor de apostar. Para que la situación cambie hacen falta dos cosas: en primer lugar, personas con voluntad de darle oportunidades a los más jóvenes. En segundo lugar, centros de formación de los que esos jóvenes salgan siendo verdaderos expertos en el ámbito que han decidido cursar. Gracias a ello, las empresas de nuestro país serán más abiertas y rentables.

 

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